La Capilla del Oidor es uno de los pocos resquicios que quedan de la antigua parroquia de Santa María La Mayor (siglo XV) se levantó sobre el lugar de una ermita del siglo XII llamada San Juan de Letrán o de los Caballeros. La Capilla del Oidor, nació gracias al 'oidor' de Juan II de Castilla Pedro Díaz de Toledo, quien la construyó a modo de panteón familiar.
Sin embargo, la Capilla del Oidor propiamente dicha no se encuentra inmediatamente detrás de la fachada principal, sino que se trata de un espacio situado a la derecha del espacio interior, tras un arco peraltado y decorado con yeserías mudéjares. Su tamaño fue aumentado sumándole el de la antigua sacristía, que se encuentra a continuación de la reconstrucción de la pila bautismal sobre la que recibió las aguas Miguel de Cervantes.
La primera capilla, de una sola nave y con bóveda de lunetos y cúpula encamonada es la del Cristo de la Luz, añadida a la parroquia en el siglo XVII y levantada sobre el solar de la antigua ermita. Una vez acometida la restauración del conjunto, en 1982, el espacio pasó a dedicarse a sala municipal de exposiciones.
Un siglo después de que se constituyera la primitiva parroquia, Rodrigo Gil de Hontañón trazó los planos de la iglesia que un incendio destruyó durante la Guerra Civil Española. Muchos de sus sillares fueron trasladados para la reconstrucción de otros edificios, pero se mantuvo la torre de ladrillo.
Actualmente, la Capilla del Oidor es una de las salas de exposiciones temporales más importantes de la ciudad.
Desde el 5 de junio al 7 de julio